Sábado, Abril 20, 2024

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El país ante un gobierno de perfil fascista

policiaUn retrato de Puerto Rico

Los puertorriqueños nos encontramos ante un gobierno de perfil fascista y con pocas herramientas para la organización.


Ése es el resultado de varias opiniones recogidas por Claridad entre analistas, activistas políticos, profesores universitarios, actores y observadores del acontecer del país, al solicitarles su evaluación sobre la situación actual por la que atraviesa el país como resultado de las acciones y comportamiento del gobierno de Luis Fortuño. De igual manera les cuestionamos cómo evaluaban la reacción del pueblo y sus organizaciones y qué opciones de acción tiene el pueblo.

Las expresiones de los entrevistados confirman la atmósfera de agresión hacia los derechos que vivimos los puertorriqueños y coinciden en que es necesario buscar nuevas alternativas, en algunos casos fuera de organizaciones políticas.

El peor momento en los últimos 50 años

Dr. José Luis “Pinchi” Méndez, catedrático de Sociología y ex decano de Ciencias Sociales del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico
“Puerto Rico pasa por su peor momento en la vida política de sus últimos 50 años. Lo digo porque el país ha sido víctima de un engaño. Luis Fortuño llega al poder prometiendo unas cosas y luego haciendo precisamente todo lo contrario de lo que promete. Creo que él –Fortuño– logra la gobernación porque se dieron dos elementos que le ayudaron extraordinariamente; uno fue todo el montaje que se hizo en la Corte Federal en contra de Aníbal Acevedo, que pusieron en entredicho, por lo menos para un sector, para la sociedad en general, dentro de su mismo partido, su idoneidad para volver a ser gobernador. Lo otro fue una campaña muy bien orquestada dentro del Partido Nuevo Progresista para responsabilizar al ex gobernador Acevedo Vilá, de todo lo malo que estaba ocurriendo, cuando muchas de las cosas malas que estaban ocurriendo eran situaciones donde el PNP tenía una responsabilidad evidente puesto que era el partido que controlaba las dos Cámaras Legislativas en ese momento y una serie de alcaldías en toda la isla. En ese sentido el PNP es uno muy organizado para ese tipo de cosa”.

El profesor de Sociología indicó que, a su juicio, la campaña de Fortuño estuvo montada claramente en el engaño. “El primer engaño tiene que ver con lo que la gente más resiente que son los despidos. Si uno toma el historial de Fortuño de años anteriores a su candidatura a la gobernación, era evidente que su ideología Republicana, dogmática, neoliberalista y reaganiana contemplaba esa posibilidad de botar empleados como una de las medidas fundamentales para ejercer el gobierno”. Llamó la atención y recordó que cuando el ahora Gobernador era confrontado durante la campaña con la posibilidad de que despediría empleados, decía que en Puerto Rico sólo iba a haber un despido, que era el del gobernador Acevedo Vilá. “Esa posiblemente fue la frase que más se repitió durante toda la campaña y prácticamente lo primero que hace al llegar a la gobernación es la Ley 7 de los despidos con una serie de medidas desde el punto de vista legal para hacer imposible que las personas que tenían legítimos derecho sobre su trabajo, pudieran reclamar. La ley sirvió también para la persecución sistemática de toda la gente que quería botar como todo el mundo sabe que eran aquéllos que no son leales a su partido”.

Como otros consultados, Méndez catalogó la reacción del pueblo como tímida. “Creo que la reacción del pueblo y sus organizaciones ha sido bastante tímida si tomamos en cuenta la magnitud de lo que ha ocurrido. El hecho de que no hubiese podido darse una respuesta más vigorosa tiene que verse a la luz de diversos problemas que hay en Puerto Rico. En primer lugar, en Puerto Rico hemos pasado de una cultura de trabajo a una cultura de mantengo. A la mayoría de nuestro país lo mantiene ese 35 por ciento que trabaja activamente. Eso ha provocado que una porción de la sociedad puertorriqueña, en las situaciones que se dieron durante la Ley 7, no despertaran las reacciones que normalmente debieron despertar. Lo otro es el hecho de que el sindicalismo, que es el sector que debió haber dado la respuesta más contundente en nuestro país, está debilitado por la cantidad pequeña de trabajadores sindicalizados y también por esa dinámica interna de divisiones, rivalidades que existe entre los sindicalistas, lo que hizo muy difícil la posibilidad de coordinar acciones contundentes y darle continuidad para que tuvieran el efecto deseado. Yo creo que esos factores fueron de los más importantes para que no se hubiese dado la reacción que todo el pueblo deseaba o que exige la situación”.
¿Hay salida al Puerto Rico que vivimos?
“Podría haber una salida. Digo podría y no necesariamente que la hay, porque creo que en este momento hay un reto muy grande a la capacidad política de nuestro pueblo de organizar y responder a la situación que tiene actualmente”.

El sociólogo presentó en primer lugar que hay un sector muy grande de la población que no está formada sobre una visión de trabajo, sino sobre una cultura de mantengo, y es de ese sector de donde proviene la base principal del PNP.

“Por otro lado, considero que la cultura política puertorriqueña en este momento está muy trastocada por varias razones. Una de ellas, porque Puerto Rico no acaba de entender todavía la trampa del estatus y creo que contrario a lo que decía Muñoz Marín en el 1940 de que el estatus no está en issue, creo que sí, que efectivamente el país tiene un problema de estatus que tiene que resolver pero no lo puede resolver de la manera tradicional. El país tiene que utilizar unos recursos mucho más imaginativos. Se tiene que entender que hace falta un reclamo de unidad de todos los puertorriqueños independientemente de la militancia de partido”. Recalcó que el reclamo tiene que incluir a los mismos partidarios de la estadidad. “En muchas ocasiones los sectores que no somos estadistas hemos prácticamente excluido de toda posibilidad de comunicación, diálogo y movilización, a las personas que no están de acuerdo con nosotros. En el momento actual el estatus pasa a un segundo plano porque lo que está sobre el tapete es el rescate de esos espacios, limitados pero importantes, que Puerto Rico ha tenido de democracia.

Estamos en un momento frente a un gobierno totalitario, que no respeta la democracia, prepotente y porque precisamente gana las pasadas elecciones con un margen tan alto, prácticamente no tiene el más mínimo respeto por la oposición, por la minoría, por ningún otro sector que no sea estrictamente el sector más militante del PNP. No tiene ni siquiera respeto por otros sectores partidarios de la estadidad que no comparten esa visión totalitaria. El PNP es un verdadero peligro para la democracia, es un partido que a mi juicio demuestra cada vez más un perfil fascista. El país tiene que tener eso como primera consideración en este momento y resolver esa situación que es, a corto plazo, el problema principal que tenemos”.

No hay confianza en las instituciones

Lcdo. Julio Fontanet, profesor de Derecho y ex presidente del Colegio de Abogados.

“Puerto Rico hace dos años vivía una crisis económica que evidentemente era compartida con la mayoría de todos los países en el Occidente. Eso un poco nos permitía a nosotros entender que somos parte de un mismo planeta. Realmente lo que hemos vivido en los últimos dos años es algo que, por lo menos, la gente de mi generación jamás había vivido, sin precedentes. No meramente porque el asunto económico ha seguido recrudeciéndose con los efectos que tiene en la calidad de vida y sobre todo en la criminalidad.

“Lo más preocupante para mí es la crisis institucional que la actitud totalitaria de Luis Fortuño y su gobierno ha estado realizando. Estábamos mal pero no tiene ningún sentido atender la crisis destruyendo instituciones, modificando el estado de derecho para sencillamente servir a dos intereses primordialmente: primero, la premisa de que esto ayuda a la imposición de la estadidad, ya sea creando una crisis sin precedente para que la gente vea que la única salida es integrarse a los Estados Unidos; segundo, los grandes intereses de los cuales Fortuño es su ‘poster boy’ porque si es cierto que ha heredado una gran crisis que afecta a la mayoría de los puertorriqueños, también ha facilitado que ese grupo más pequeño cercano a él se haya enriquecido de manera significativa.”

“Estamos viviendo en un Puerto Rico donde sencillamente ya no hay confianza en las instituciones porque lo que se ha hecho con el Tribunal Supremo es algo inconcebible. Pero además de eso, estamos viviendo en un Puerto Rico donde cada vez hay más pobres y menos ricos, pero esos ricos, son más ricos aún.

“Te diría que eso no tiene solución a menos que no haya un cambio dramático en el país en los próximos años, un nuevo proceso eleccionario de nuevas alternativas eleccionarias o realmente fruto de una reacción vigorosa del pueblo. Eso es lo que ha pasado en Francia, eso es lo que ha pasado en Grecia, donde la gente realmente se tira a la calle. Creo que si los puertorriqueños no vemos una solución a corto plazo la única alternativa realmente va a ser tirarse a la calle y exigir un cambio dramático a la dirección en que nos lleva Luis Fortuño y su grupo de neoliberales”.
A la reacción del pueblo a las políticas del Gobierno, Fontanet comentó “hay un proceso de negación en que todavía no creemos lo que está pasando. Cuando ese proceso termine, la alternativa va a ser una reacción vigorosa y enérgica, a menos que en el proceso eleccionario se dé una posible redirección”.

Fontanet reconoció que el gobierno ha sido muy efectivo en la represión apoyada por el mismo Gobernador. “Esa represión a largo plazo va a enfrentar y propiciar mayor activismo de las personas”.

¡Trancao!

José Rivera Santana. Planificador, co-presidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH).

“Creo que el país está trancao. Hay un tranque en las tres dimensiones más importantes en la económica, es claro que hay un tranque. No se trata meramente de un periodo recesivo, sino de una crisis estructural. La mejor evidencia es que las medidas que se han tomado, tanto las decisiones del gobierno de Estados Unidos, como el estímulo de Bush y luego la reestructuración económica del presidente Barack Obama, los efectos en la economía básicamente no fueron significativos porque hay problemas mucho más graves.”

Rivera Santana insistió en denunciar que las acciones de Fortuño lo que han hecho es agravar la situación económica como le advirtió el movimiento sindical en diciembre de 2008 cuando se reunió con el CAREF. “Les planteamos que esas medidas que se estaban contemplando iban a agravar la crisis económica y luego cuando vino la Ley 7 se hizo el mismo planteamiento. Cuando se determinan y anuncian los despidos, se les dijo que se iba a agravar el desempleo y los despidos del gobierno iban a implicar que en el sector privado se produjeran despidos y exactamente eso fue lo que pasó. No se ha reactivado la economía, no se ha reactivado el mercado, no se reactivado el consumo y el gobierno ha tenido que seguir cogiendo prestado. Los ingresos a Hacienda son menores, sobre más de $130 millones han dejado de ingresar a Hacienda en lo que va de este año comparado con el año pasado. Así que es claro que todas esas medidas tomadas por esta administración, todas inscritas en la ideología neoliberal de Fortuño, han tenido resultados adversos”.

“Hay también un tranque social evidenciado por los graves problemas que enfrentamos desde el punto de vista de la violencia, narcotráfico, en cómo se va rompiendo el tejido social producto de esa misma violencia y de otros fenómenos que se agravan y se acentúan cuando se combinan con una crisis económica.

“Y el otro asunto es el tranque político, no sólo de las instituciones políticas, sino que han quedado evidenciado las limitaciones que impone la relación colonial de Puerto Rico con Estados Unidos que hace prácticamente imposible que en el país se puedan tomar las decisiones correctas para salir de la crisis económica y de la crisis social”.

En cuanto a la reacción del pueblo reclamó “creo que el país reaccionó a partir de lo que tenía. Al comienzo de la administración de Fortuño el movimiento sindical hizo demostraciones de protesta y rechazó sus políticas lo que conllevó grandes movilizaciones y paros. Hubo una reacción de protesta y movilización.”

Planteó que luego de que el movimiento sindical asumiera el papel de denuncia en la primera parte de la administración de Fortuño el relevo fue asumido por la huelga universitaria. “En el fondo lo que hicieron los estudiantes fue confrontar las políticas neoliberales de Fortuño porque la crisis universitaria es resultado de la Ley 7 que menoscaba los ingresos de la Universidad; pero también la forma de gobierno, la intención de menospreciar a la Universidad como una institución pública, es decir todos esos elementos están presentes en esa huelga universitaria que fue un evento que todavía sigue teniendo consecuencias”.

Al defender la oposición que ha demostrado el pueblo puertorriqueño a la administración de Fortuño, el dirigente independentista llamó la atención al hecho de que un gobierno que todavía no tiene los 24 meses parece que lleva 6 años por lo que considera que “esa misma disposición de movilización que tuvieron las entidades que lo hicieron y a las cuales les echó mano el país eran las que tenía, el país no tiene nada más que no sea eso, porque no tiene unos partidos de oposición que estén haciendo un trabajo de oposición”.

¿Hay salida al Puerto Rico que vivimos?
“Tiene que haber un proceso de cambio, tiene que cuajar una respuesta social, una respuesta política que rompa con lo que existe, que pueda además plantear alternativas a ese tranque que se dan en esas tres dimensiones. Tiene que ser un esfuerzo que tenga el potencial de incidir en las tres. Tiene que tener como característica que sea una alternativa amplia, multisectorial, heterogénea, diversa, de modo que pueda tener el efecto más amplio posible que le permita generar la suficiente fuerza, no queda otra alternativa”.

Un país bajo acoso

Licenciado Charlie Hernández, representante por el Partido Popular Democrático (PPD).

“Creo que el país está bajo acoso de un gobierno que por adelantar una visión ideológica y filosófica particular atenta constantemente contra libertades individuales, contra el bienestar económico de nuestra gente más humilde, contra derechos estatutarios, contra nuestras instituciones. Veo un país bajo acoso, un gobierno acechando constantemente a sus ciudadanos, que a su vez ha provocado una monumental desconfianza de los ciudadanos hacia el gobierno y una percepción de desesperanza sobre las posibilidades de seguir de ese cuadro tan trágico.
“Mientras eso ocurre, veo algunas instituciones levantando su voz con una limitada articulación, un pueblo cansado de luchar y de hacer resistencia al gobierno. El bombardeo ha sido tanto y tan fuerte y tan constante que veo a las organizaciones y al país muy agobiados, muy cansados de pelear. Eso les impone a las organizaciones y al liderato de organizaciones cívicas, políticas, comunitarias, la responsabilidad de advertirle al país los graves riesgos de que se rinda y que deje de luchar contra el atropello del gobierno. Eso es muy peligroso”.

En términos de cuáles alternativas tienen los ciudadanos, el representante Hernández expresó: “Creo que el único camino posible es la resistencia al gobierno, la confrontación. No tiene que ser física, no tiene que ser violenta, pero tiene que haber una confrontación del pueblo que demuestre al gobierno y que amenace al gobierno por su conducta. En ese sentido, lo peor que nos podría ocurrir es la anuencia, la dejadez, la apatía. El único camino que yo veo es la constancia en la resistencia, eso que en ocasiones no se ve tan elocuente, pero que es más que necesaria. Haría una invitación a la concertación, a que todos los sectores que se sientan agraviados tratemos de colaborar en agendas comunes para enfrentar al gobierno y romper la apatía que nos está haciendo tanto daño”.

Panorama peligroso

Juan Dalmau Ramírez, secretario general del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP).

“Creo que el panorama que enfrenta Puerto Rico ante las acciones que está tomando el gobierno es un panorama de restricción a derechos adquiridos, particularmente de aquellas áreas que tienen que ver con las protestas contra el gobierno.
“Veo un panorama de control absoluto de las instituciones políticas y gubernamentales del país y de aquellas instituciones no políticas y no gubernamentales que son opositoras al gobierno, una política de desmantelamiento.

“Así que estamos ante un panorama que es un peligro entre lo que deben ser las manifestaciones democráticas del país particularmente desde la perspectiva de la oposición al gobierno. Después de todo, aunque en Puerto Rico no se puede llamar democracia, porque por definición las colonias no son democráticas, pero no dejan de ser ganancias el que Puerto Rico tenía unas áreas y unos espacios en que se podía expresar la oposición, esos espacios cada día se eliminan más”.

El Secretario General del PIP calificó de manera similar al dirigente del MINH la reacción del pueblo a las acciones del gobierno. “Creo que dentro del marco existente se ha hecho lo que se puede hacer. Aquí ha habido manifestaciones amplias de protestas, actividades multisectoriales, incluso entre partidos que pueden ser adversarios, confluencias de acción militante y la denuncia pública. Pero en un país como el nuestro, habrá que esperar que en su momento esa indignación se manifieste desde su voto hasta aquellas otras acciones que no son electorales”.

Sobre las posibles opciones que tiene el país reaccionó: “Hay que mantener el activismo militante para enfrentar al gobierno, crear conciencia en el país, no se puede amilanar la oposición ante las distintas acciones de la administración. El país se enfrenta a una gran corriente anexionista que se divide en dos corrientes; el estadoismo del PNP y el neo anexionismo del Partido Popular. Lo único que se contrapone a esas dos tendencias es una manifestación independentista de fortaleza en el plano electoral, un voto independentista por el PIP. En el plano de otras organizaciones independentistas, en los ámbitos que ocupan, creo que el fortalecimiento del independentismo donde quiera que se encuentre, sirve de contrapeso ante esa ola anexionista. Para las personas que se quejan del gobierno, no puede ser una opción cambiar un color por otro color pero que tiene las mismas actitudes, me refiero al PPD. Por eso el independentismo tiene que subrayar una identidad propia, desde sus diversas trincheras. Por lo menos, ésa es la postura que está testimoniando el PIP, una postura de confluencia donde cada cual, dentro de sus espacios, sin contrarrestar al otro”.

Un pueblo aguantón

Licenciado Benny Frankie Cerezo, analista político, ex representante, co-fundador del Partido Nuevo Progresista.

“La actuación del gobierno es inexplicable en un proceso democrático. En una gran cantidad de situaciones actúa como un guapetón de barrio donde no le basta con triunfar, tiene que demoler.”

¿Cómo describe las acciones del pueblo y sus organizaciones?
“La reacción del pueblo es de completo disgusto, incluso de personas de la colectividad que gobierna. La salida ciertamente tiene que haberla, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. La salida es extinguir, eliminar de nuestras vidas el partidismo de estos dos partidos que tienen acaparada la vida de este pueblo y que cada uno es tan malo como el otro por distintas razones”.

Cerezo reconoció además que la reacción del pueblo hacia el comportamiento del gobierno ha sido tímida. “Éste es un pueblo aguantón, todo el mundo protesta en privado, porque es un pueblo que padece de ombliguismo, no hay solidaridad colectiva”.
El analista político rechazó que las acciones del Gobierno y de otros sectores no gubernamentales estén abonando para que se produzca una ebullición del pueblo. “Lo veo muy distante. Ésos son escenarios que se plantean algunos teóricos que no caminan ni conocen al pueblo”.

Hay que evolucionar

Lcda. Amarilis Pagán, directora del proyecto de trabajo con población femenina Matria y miembro del Movimiento Amplio de Mujeres.

“Estamos ahora mismo en un país al que no le queda más remedio que evolucionar. Ahora mismo la desigualdad ha aumentado drásticamente,… las acciones del gobierno de Fortuño lo que han hecho es acelerar ese proceso de polarización social y desigualdad. Muchas de sus acciones no reconocen esa población que vivía desde antes bajo nivel de pobreza, ni reconoce tampoco cómo lo que está ocurriendo internacionalmente afecta a la Isla. Lamentablemente, en nuestro país mientras hay una gente que es consciente de lo que está pasando y tratando de llamar la atención para que podamos contrarrestarlo, hay otros sectores totalmente enajenados por decisión propia y otros sectores que están enajenados porque no tienen acceso a la información.

“Así que… nos va a tocar evolucionar a la fuerza porque si no comenzamos a generar cambios lo que va a pasar es que la gente bajo el nivel de pobreza va a seguir aumentando”.

Pagán denunció de manera enérgica que las políticas públicas del actual gobierno definitivamente están dirigidas a concentrar el poder en las manos de quienes ya lo tenían desde antes, sin importarle las consecuencias. Vaticinó que estas personas tendrán en algún momento que darse cuenta, porque no hay forma de encerrarse en una burbuja, que los efectos de la pobreza, de la violencia, de la destrucción ambiental, lo van a sufrir también en algún momento.

Recordó que el Movimiento Amplio de Mujeres (MAM) advirtió durante el proceso eleccionario lo peligroso de la plataforma del programa de gobierno y el discurso neoliberal del PNP. “Era claro, de las propuestas en la plataforma de gobierno del PNP, que si ganaba las medidas que iban a tomar eran de carácter neoliberal, como reducir la fuerza trabajadora, la privatización, no entender, ni respetar los derechos humanos... Lamentablemente, muchas de las personas del país que están sufriendo los efectos de esas políticas, no leyeron, no entendieron. Las elecciones del 2008 se debatieron en spots de 30 segundos”.

A la interrogante de cómo es posible que la gente no se levante con una situación como la que estamos viviendo, respondió: “Pienso que la única explicación es que en este país hay gente que se cree que todavía está en la clase media, todavía están viendo la situación del país en términos de la clase media, clase baja, que es una visión anacrónica. Los que creen que están en la clase media lo que están pensando es que van a resolver a nivel individual y que se van a olvidar de la pobreza y que en algún momento van a lograr ascender a la clase alta. No se mueven porque están todavía viendo el problema como algo individual, no lo ven como algo colectivo que los obliga a insertarse en movimientos, en un proceso amplio comunitario o del pueblo”.

Apuntó que esa visión promovida incluso por las acciones del mismo gobierno lo que hace es aislar a los sectores. En particular porque el actual gobierno no le está hablando a la gente pobre. “Al gobierno no le interesa lo que piense la gente pobre, el gobierno le está hablando a esa gente que están en una clase media que está batallando para no descender, no quedarse sin casa, sin trabajo y les está creando la ilusión de que se van a poder mantener ahí y que van a mejorar y eso mismo es lo que los detiene. Es el miedo a moverse a protestar y entonces quedarse sin lo poco que tienen en la mano”.

Para salir del atolladero, la activista sugirió “lo primero que hay que tratar es de que esa gente que está en la clase media artificial se dé cuenta de que realmente ya no están en ninguna clase media, que realmente están en la masa de gente que se va afectar a corto y largo plazo por las decisiones que se están tomando ahora. Hay que desarrollarle a la gente el sentido de responsabilidad, no solamente a sus cuatro paredes, sino a la comunidad en que están viviendo”.

La licenciada Pagán reflexionó que cuando se creó la Coalición de Todo Puerto Rico por Puerto Rico (TPRxPR) y hubo la oposición a la Ley 7, sentía que el discurso estaba demasiado enfocado en un paradigma obrero patronal por lo que mucha gente no logró ver que la Ley 7 no sólo implicaba despidos y pobreza para la gente que trabajaba en el gobierno, sino que iba a tener un efecto multiplicador en los Derechos Humanos de todos los demás sectores.

“Por alguna razón la gente no logró entender su efecto multiplicador. Lo otro que también ocurrió es que se enfocaron en los despidos gubernamentales pero ha habido el doble o triple de despidos en el sector privado y esa gente del sector privado se quedó al margen, observando o buscando cómo resolver, no se sintieron apelados y a la misma vez se sintieron hasta resentidos. Es algo que hay que corregir, que la gente se dé cuenta que esto es de todos y todas, que no es del sector público nada más, ni los del sector privado, ni de la gente de los residenciales, realmente estamos todos en el mismo bote”.

Señaló como una salida a la situación que vive el país el desarrollo económico comunitario, que promueve que las comunidades tienen el poder de desarrollar su economía y desarrollarla más sabiamente que el gobierno, sin caer en la trampa del cuento de Fortuño de que el gobierno debe sacar las manos de la economía. “El gobierno sí tiene un deber y no podemos permitir que lo renuncie. Pero el desarrollo comunitario lo que promueve es que las comunidades se apoderen y generen sus actividades económicas y eviten el éxodo de la comunidad de la gente que se puede desarrollar y generar ganancia. Se trata de una economía solidaria”.

Fundación Juan Mari Brás

 

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