Escrito por Rafael Cancel Miranda
Anoche fue una noche de regocijo patrio. Se nos honraba a Heriberto Marín Torres y a mí con la Medalla del Centenario de Oscar Collazo López. Conociendo bien la firmeza del compañero Oscar, pues compartimos por 10 años en la prisión de Leavenworth, Kansas, donde jamás lo escuché lamentarse y siempre lo vi seguro de sí mismo, me honra haber recibido esta distinción que lleva su nombre.
De igual manera me honra el reconocimiento de tantos compañeros y compañeras que llenaron a capacidad el Colegio de Abogados. Cada uno de sus abrazos tenía para mí la misma importancia que los reconocimientos recibidos en Cuba, Nicaragua, Venezuela y Puerto Rico. Cada abrazo que he recibido de mi pueblo desde que salí de la prisión en 1979 es una valiosa medalla de reconocimiento para mí, y sé que también es así para mi hermano Heriberto Marín Torres.
De mi parte y en nombre de Lolita Lebrón, Irvin Flores Rodríguez, Andrés Figueroa Cordero, Julio Pinto Gandía, mi más profundo agradecimiento a la Fundación Oscar Collazo López, a su presidenta Wilma Reverón Collazo, al Lic. Mark A. Bimbela, presidente del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico, a los compañeros Julio Muriente, Rubén Berríos Martínez, Héctor Pesquera y a todas y todos los allí presentes.
Rafael Cancel Miranda
¡Nacionalista Siempre!
24 de enero de 2016

Conmemoración del Grito de Lares 1948. Rafael Cancel Miranda (No.1) al frente con chaqueta blanca. Heriberto Marín, segundo a la derecha de Cancel Miranda (sin corbata). Fotografía de las carpetas de la Policía de Puerto Rico. Colección Cancel-Vázquez.
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