Escrito por Rafael Cancel Miranda
En esta ocasión voy a referirme a los patriotas puertorriqueños Elías Beauchamp e Hiram Rosado, quienes el 23 de febrero de 1936 ajusticiaron al nefasto criminal coronel Elisha Francis Riggs, perpetrador de la Masacre de Río Piedras el 24 de octubre de 1935, cuando fueron asesinados los jóvenes nacionalistas Ramón S. Pagán, Pedro Quiñones, Eduardo Rodríguez Vega, José Santiago Barea y herido Dionisio Pearson. Los nacionalistas se dirigían a la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras cuando fueron emboscados por la policía insular bajo las órdenes del coronel Riggs.
El coronel Riggs y el también nefasto general Blanton Winship fueron enviados por el entonces presidente Franklin D. Roosevelt, como jefe de la policía y gobernador respectivamente, para exterminar a los nacionalistas y lidiar con la huelga de los trabajadores de la caña. Estos dos individuos ya habían estado en Nicaragua en una misión, peticionada por el sangriento dictador Anastasio Somoza, para organizar un operativo y asesinar al general de hombres libres, Augusto César Sandino. El general Sandino fue emboscado y muerto el 21 de febrero de 1934. Gracias a la heroica acción de nuestros patriotas Elías Beauchamp e Hiram Rosado, Riggs no cometería ningún otro asesinato contra nuestros pueblos. Pagaron con sus vidas, pero le hicieron un bien a la humanidad.
Tanto Riggs como Winship expresaron públicamente su encomienda de Frente a los nacionalistas tiren a matar. Fue precisamente lo que también hizo Winship un 21 de marzo de 1937 en la Masacre de Ponce, donde fueron asesinados 19 nacionalistas y heridas alrededor de 200 personas; pero otro joven nacionalista, el estudiante Ángel Esteban Antongiorgi, el 25 de julio de 1938 intentó ajusticiarlo, lo que motivó la salida de Riggs del país. El patriota Antongiorgi también pagó con su vida.
Tanto él como Beauchamp y Rosado dieron sus vidas para honrar la nuestra. ¡Honrémoslos! Gracias a todos aquellos que hoy realizan actividades para recordarlos.
Beauchamp y Rosado
Elías Beauchamp, Hiram Rosado,
jóvenes patriotas del ayer,
su ejemplo de amor patrio
inspira a combatir de pie.
Gracias por haber ajusticiado
al malvado coronel Francis Riggs.
A ustedes los acribillaron
pero están tan vivos como el coquí.
En nombre de Albizu Campos,
Antongiorgi y Pinto Gandía,
y en el nombre del suelo patrio
por el que ustedes dieron la vida.
Por eso es que esta medalla
se honra con el nombre de los dos,
porque ustedes honraron la patria
y la patria reciproca el honor.
3 de febrero de 2016
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