Mensaje del presidente de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes de la Universidad de Puerto Rico, José J. Torres Rosario, en ocasión de la colocación de la ofrenda floral en el 173er. aniversario del natalicio de Eugenio María de Hostos en el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.

Compañeros y compañeras:

Buenos días. La Hermandad de Empleados Exentos No Docentes, en su compromiso de valorizar los trabajos y esfuerzos de grandes puertorriqueños, se une nuevamente a esta actividad de conmemoración del Natalicio de Don Eugenio María de Hostos. Esta ocasión es una que se da en un contexto difícil de entender e, inclusive, imposible de analizar.

¿Cómo entender que a nuestro más grande pensador y erudito educador lo hayan expulsado de nuestro principal centro docente? Sin duda alguna, el cierre del Instituto Hostosiano es el golpe más fuerte que haya recibido nuestro Maestro. Solamente un pensamiento torcido, sumergido en enormes espacios de ignorancia, puede alejarse de la realidad y cometer tal barbarismo educativo.
Hostos, como todos conocemos, se dedicó a construir, nunca a destruir. Parece increíble que, cuando su pensamiento es materia de estudio en otras latitudes, en nuestro País es desterrado y tratado de destruir.

Hoy, en nuestra primera intervención pública como Presidente de la Hermandad, realzamos y dignificamos el trabajo y las enseñanzas del gran maestro, Don Eugenio María de Hostos. Pero también denunciamos los atropellos por los cuales otros educadores, trabajadores y nuestra amada universidad están pasando.

Desde aquí hacemos saber a toda la comunidad universitaria y al País que nuestra Organización retoma el sendero de solidaridad y lucha en defensa de todos(as) los(as) trabajadores(as) universitarios(as) y de nuestra Universidad. Será éste, indudablemente, el mejor homenaje que podamos rendir a nuestro Gran Prócer.

11 de enero de 2012