Escrito por Rafael Cancel Miranda
Mi querido hermano, Carlos Gallisá,
se equivoca quien te crea muerto,
vives en el alma de tu pueblo
y eres un sol que no se apagará.
Tu voz no dejará de escucharse
generación tras generación,
porque siempre tuviste el corazón
para decir la verdad sin escudarte.
Por eso no lloramos tu muerte,
y sí, celebramos tu vida,
diste valor y sabiduría,
siempre fuiste la voz de tu gente.
Venciste la muerte compañero,
más muertos están muchos vivos,
los que ante los poderes se han rendido
y otros que viven esclavos de sus miedos.
Gracias patriota, gracias hermano,
por haber sido siempre Carlos Gallisá
y hablarnos siempre con la verdad
y por dar el todo por liberarnos.
Los manipuladores no quieren que el pueblo te conozca pues no quieren que conozca la verdad, verdad que los llevaría a confrontar a esos manipuladores.
En todos mis años de vida, que no son pocos, nunca había presenciado tanto amor, risas y aplausos en una despedida como los que presencié en la Funeraria Ehret, donde celebramos tu vida el pasado lunes, 10 de diciembre –no llorábamos tu muerte–. Nunca pudieron rendirte, y eso es para celebrar. ¡Gracias, inolvidable compañero Carlos!
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