Viernes, Marzo 29, 2024

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Gracias Earl: Porque apareció el Gobernador

fortuYa Earl se acerca y el país se encuentra en caos, más bien como un simbolismo de la situación actual de esta isla caribeña. La gente se lanza corriendo a las mega tiendas, para que sigan recaudando más de $30 billones al año. Los alcaldes comienzan disfrazarse de superhéroes en abrigos “waterproof.” Otros, un poco


 

más astutos, sacan sus planes a la medida para proceder a reclamarle a F.E.M.A. antes de la caída de alguna ramita. Se acabaron las botellas de ron del país junto al agua embotellada que muchas veces es igual a la que nos llega a la casas, (para aquellos que nos llega) , lo único que filtrada. Los semáforos se apagan para enviar a miembros de la policía a ensoparse y a empeorarnos el tráfico. Los vecinos empiezan a cocinar su asopao, y los amigos sacan las fichas de domino para una velada romántica entre compañeros y ráfagas de viento. Porque así, es la vida en el trópico.

Ayer, le preguntaba a una señora que cargaba con un abastecimiento de salchichas si estaba preocupada por Earl, y me contestó “ay mijo, es que es mejor prevenir que lamentar.” Su rostro me recordaba una de estas películas de Hollywood en donde el mundo está por acabarse y al final todos se salvan. Y no la culpo, si es que aquí se abusa de la gente. Se prefiere intentar mantenernos con miedo que educarnos. De esto hay muchas teorías en ciencia política, una de ellas explica que cuando sucede un desastre natural o no natural como son las guerras, el ciudadano eleva su confianza hacia el gobierno para no sentirse desamparado (como lo estamos). Así que, no nos creamos que esto de cundir el pánico se da en un vacío, esto está bien planificado. Se quiere obligar a que nos vayamos a las mega tiendas y pensar que se ha ejecutado un excelente plan gubernamental que nos mantiene en caos mucho antes que Earl. En fin, lo que se quiere es mejorar la imagen de este gobierno interesado ahora, en fingir que se preocupa por la gente.

Y a eso mismo voy. Ahora sí se quiere dar la imagen de que existe un gobierno. Prendemos nuestros televisores, enderezamos la antenitas para recibir mejor señal y vemos al escuadrón de súper héroes que quieren rescatar el país frente a la amenaza de Earl. Entre estos está el superintendente, que me imagino que le zumbará la fuerza de choque a Earl para ver si lo detiene y sino, pues gases lacrimógenos. ¡Pero si ya dijeron que Earl amenazaría con azotar la isla! Por mucho menos que eso, el Súper envió la fuerza de choque para abusar contra los estudiantes hace exactamente un mes frente al Capitolio. A este escuadrón, también le sumamos el director de “desastres,” a quien le preguntaron en plena conferencia de prensa, si se habían rescatado las cinco personas perdidas en esos momentos en el Yunque, y él ni sabia de que le hablaban. Además, como parte del escuadrón está el Secretario de Educación, que dirige el desastre más grande del país y eso sí es un desastre organizado. Una catástrofe que da vergüenza y sobre todo pena. Pero la sinfonía no se dirige sola, hoy este país aparentemente tiene un gobernador que había desaparecido de la isla mientras se desataba el desastre organizado de Educación, el cual Fortuño mismo expresó hacerse responsable antes del inicio de clases. Hay que decirle entonces, que todavía es responsable por los 55 mil estudiantes sin maestros, las escuelas antihigiénicas y la falta de servicios para cientos de estudiantes de educación especial.

Les digo, si este país está flotando con el desastre que ha causado este gobierno y muchos más, Earl no nos va hacer ni cosquillas. Por lo que he visto, yo pintaría la política pública en forma de huracán: los despidos, la censura, los abusos policíacos, el ataque a los derechos civiles, la politiquería y los niños sin maestros, para ver si la gente entra en pánico YA.

Fundación Juan Mari Brás

 

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